La iniciativa, impulsada por la Cooperativa de Trabajo Moliendas de Ambato con el apoyo del Ministerio de Gobierno, Seguridad y Justicia, sigue sumando talentos. Por eso, anunciamos con gran entusiasmo la incorporación de Las Tinku, una cooperativa textil de artesanas que trae consigo el valioso arte de la Puna catamarqueña.
Desde Santa María, Las Tinku desarrollan el arte de transformar la fibra noble de llama y, la lana de oveja, en hilados y prendas de diseño. Su nombre, que en quechua significa «reunidas para trabajar», no solo es un lema, es la esencia de una misión que pone en valor las técnicas ancestrales de hilado, teñido y tejido. Sus obras se distinguen por narrar las historias de la herencia cultural y el trabajo comunitario.
Una Solución a la Distancia: El Valor del Mercado
La inclusión de Las Tinku en este nuevo ecosistema cooperativo permite abordar la comercialización y la logística como dos de los grandes desafíos que enfrentan los emprendimientos de producción territorial. Margarita Ramírez, referente actual de Las Tinku Kamayu destacó en relación que “este intercambio tiene mucha importancia porque nuestro problema principal es la venta de las prendas, sobre todo por las distancias”.
El Mercado Cooperativo y Productivo Catamarca surge para resolver estas limitantes. Al sumarse al proyecto, parte de las prendas elaboradas por las Tinku estarán a disposición del público en el local físico de Moliendas del Ambato (ubicado en la ruta provincial 4, en San Fernando del Valle de Catamarca) y a través de la tienda virtual en www.moliendas.ar, conectando sus diseños de Santa María con clientes a nivel provincial y nacional.
De Cinco Kilos de Lana a una Cooperativa Formal
La historia de esta cooperativa textil es un ejemplo de compromiso comunitario. Su origen se remonta al año 2001, cuando se conformaron como un grupo de mujeres con tan solo cinco kilos de lana. En relación Margarita rememora que la motivación inicial fue la ayuda mutua en un momento en que la técnica del hilado se estaba perdiendo y la necesidad laboral era apremiante. «Armamos el grupo para ayudarnos. Empezamos de la nada, en un lugar prestado”, destacó al recordar el esfuerzo colectivo las llevó a iniciar el proceso de formalización como cooperativa en el año 2010.
A lo largo de los años, su capacidad de adaptación ha sido su mayor fortaleza. “Nosotras estamos siempre reinventándonos ante cada crisis. Hemos creado nuevas cosas, desfiles, muestras, colecciones muy lindas, nos hemos capacitado, siempre a partir de una crisis como esta”, afirmó la referente de la Cooperativa.
La llegada de Las Tinku al Mercado Cooperativo no es solo una adición de productos de alta calidad, sino la consolidación de una red de apoyo mutuo que busca fortalecer la institucionalidad, la visibilidad y, sobre todo, la sostenibilidad de la producción con arraigo cultural en Catamarca. ¡Estamos listos para tejer grandes historias!





